LOS PAISAJES SILENCIOSOS DE LEO WELLMAR
por
Olga Spiegel
LA VANGUARDIA, 21 de mayo de 2005
Leo Wellmar. El paisaje es uno de los motivos principales de esta artista sueca (Estocolmo, 1965) afincada en Catalunya y vuelve a dominar ahora en
Room. Su visión de la naturaleza enlaza con la tradición romántica nórdica en esos bosques o colinas cubiertos de nieve o envueltos en la niebla, donde los árboles casi inmateriales adquieren apariencias fantasmales acentuadas en ocasiones por sus reflejos en lagos o ríos. Parajes silenciosos que a menudo se pierden en la lejanía y donde no aparece persona alguna. Sensación de soledad y vacío.
Es evidente que en sus óleos, impecablemente pintados, Wellmar utiliza la naturaleza para expresar estados de ánimo, sentimientos y emociones. Así lo subrayan algunos títulos como
Searching -un árbol solitario y aislado respecto a los restantes- o las dos versiones de
In de center of the soul -una pequeña casa destaca en el centro del cuadro sobre un fondo blanco en un caso o negro en otro-, no sabemos si un recuerdo nostálgico de la infancia o el ansia por algo deseado.
En
Red Room I cambia de tercio e impera el rojo. No es un paisaje, sino un interior, pero la butaca vacía sigue remitiéndonos a la idea de ausencia percibida acaso bajo el fuego de la pasión.
Galeria Alonso Vidal. Fontanella 1. Hasta el 30 de mayo.
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